Lo que me ha tocado a mí:
Rabadán, yo soy periodista. Eso lo dice mi cédula de identidad; no obstante, cuando me preguntan en que medio ejerzo no logro darle el peso específico a mi condición profesional y, por ende, no soy un catalogado como tal, sino como un fracasado del tema.
Todos somos humanos y más lo deben ser los periodistas. A las alturas de los que estuvieron al lado del señor Obama, la provocación debió ser inconmensurable. No obstante, eso es porque somos una nación, medianamente informada y malamente formada.
Yo tengo mi ejercicio en comunicaciones y eso lo plasmo en una de las grandes aristas individuales, que se observan en el país del señor Obama: Blogs. No obstante en Chile, aquello no da fruto aún y los periodistas que están próximos a la Cordillera de Los Andes no se han visto enfrentados a sus homólogos regados por toda la RM y a esta larga faja de tierra.
Se dio cuenta, entonces, que ni siquiera yo puedo hacerme una idea de todos los potenciales informadores con que cuenta esta nación. Imagínese a los que están en los plató de la televisión chilena; extrapolados, en grupo, hacia la cuna del poder planetario y con la posibilidad de fijar un instante con el representante del poder máximo de éste mundo.
Por eso es importante potenciar el equilibrio y así dejar que parte de nuestro 4º poder esté donde quiera estar y el otro en la trinchera, sin posibilidades de abandonar las defensas de la conciencia nacional.
Reciba un cordial saludo.
HSQO
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