sábado, mayo 26, 2007

A Orrego.

Desde el Cementerio.

Yo paseo por entre las calles de mi comuna (Cuna de la Patria) buscando las respuestas a todo lo que tú, Cristóbal Orrego, tratas de enrostrarnos. Reconozco que las visiones macro del giro de éste planeta sirven y contribuyen de manera exponencial en el desarrollo interno de las personas; no obstante, para ésta patria hay que aplicar la cuántica y no los paralelismos desde otras latitudes.
Por ello, entonces, reconozco el poder de un hombre que dice ser de éste país pero mira con soberbia e inclinación mesiánica. Claro está tú posición en el concierto, más no en el orden divino, ya que la vida eterna nos espera a todos y el libro de tus actos se sigue escribiendo, al igual que el mío.
Mis antepasados están esperándome, porque de ellos he obtenido el punto exacto en donde me encuentro en éstos momentos. Sin embargo, entre los miles que conforman las huestes del progreso todavía no existe uno, siquiera, que entienda hacia donde trascenderá su alma.
Como te lo expresé antes y ya nada cambiará tu forma de entender éste mundo: El que se cobija en sus éxitos, independiente de su posición, y no quiere que lo muevan cae en iniquidad. Ese individuo, llegó hasta su máxima expresión y requiere mantenerla entre tantos que la detentan. No obstante, existimos los que no nos encandilamos y mantenemos un paso firme, aún cuando nos caigamos una y mil veces, siguiendo el benchmark más potente de ésta vida……
!Pero que estoy haciendo¡ Trato de hablar con quien no tiene respuestas y para más complicación no sabe de lo que hablo. Podrías tener una excelente réplica y además una individualización del Rabadán (Carlos Peña) y Detemer (Hermógenes Perez de Arce), pero tu dicotomía hace que las cosas sean y sigan siendo como lo han sido siempre.

A-dios. el-cementerio.blogspot.com

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