Y un país quiso ver el mañana.
En una época fuimos de lo más niños, quisimos tenerlo todo y compartirlo además. Pensamos en que podíamos jugar entre todos y también irnos a dormir cuando nuestro cuerpo así lo requería. Pensamos en organizarnos para ir a reclamar cuando nos quitaban la pelota y llegar en lote a pedir dulces a todas las casas.
Desde otras latitudes se nos miró con el recelo del porte de una gran Catedral y desautorizaron que los niños de ésta patria tomaran parte en la algarabía de construir país. Pensaron que estábamos demasiado mimados y no se nos ponían límites a nuestras demandas.
Entonces a los niños se les sacó la comida y la histeria cundió en forma colectiva. Los llantos nos se hicieron esperar y a los niños con triquiñuelas se les forjó dudar. El temor fue inoculado y la división se instaló para nunca más salir del corazón.
Pero faltaba más, todavía faltaba un poco más. Entonces llegaron para establecer el orden y con los niños barrer. Sacaron sus correas y látigos se comenzaron a imponer para establecer el orden que los chiquillos habían querido corromper. Golpes se sucedieron para que nunca más a los niños se les vuelva a encender la llama de un nivel más equitativo para creer, dado que en el planeta otros autorizan a Crecer.
¿De esa política de golpes estás hablando Cristóbal Orrego?
PD: Yo soy un defensor de mi desarrollo sucedido entre los años 1973 y 1989; no obstante, hubo toda una mortaja que se cernió sobre ésta patria y en ella está íntimamente ligado El Imperio y los que se cuadraron con él, promocionando golpes (inclusive mortales) a los niños.
Fijate.cl
En una época fuimos de lo más niños, quisimos tenerlo todo y compartirlo además. Pensamos en que podíamos jugar entre todos y también irnos a dormir cuando nuestro cuerpo así lo requería. Pensamos en organizarnos para ir a reclamar cuando nos quitaban la pelota y llegar en lote a pedir dulces a todas las casas.
Desde otras latitudes se nos miró con el recelo del porte de una gran Catedral y desautorizaron que los niños de ésta patria tomaran parte en la algarabía de construir país. Pensaron que estábamos demasiado mimados y no se nos ponían límites a nuestras demandas.
Entonces a los niños se les sacó la comida y la histeria cundió en forma colectiva. Los llantos nos se hicieron esperar y a los niños con triquiñuelas se les forjó dudar. El temor fue inoculado y la división se instaló para nunca más salir del corazón.
Pero faltaba más, todavía faltaba un poco más. Entonces llegaron para establecer el orden y con los niños barrer. Sacaron sus correas y látigos se comenzaron a imponer para establecer el orden que los chiquillos habían querido corromper. Golpes se sucedieron para que nunca más a los niños se les vuelva a encender la llama de un nivel más equitativo para creer, dado que en el planeta otros autorizan a Crecer.
¿De esa política de golpes estás hablando Cristóbal Orrego?
PD: Yo soy un defensor de mi desarrollo sucedido entre los años 1973 y 1989; no obstante, hubo toda una mortaja que se cernió sobre ésta patria y en ella está íntimamente ligado El Imperio y los que se cuadraron con él, promocionando golpes (inclusive mortales) a los niños.
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