Manda-r
Estimados e-contertulios está todo más claro que el agua misma y ni un modelo escandinavo podrá resucitarnos a Bilbao en esto. Las labores latifundistas siguen estando presentes en el ADN nacional, ya que el poderío del control es la cuestión que tiene que tener un dueño.
La facultad de mandar, con potestad, está en juego en esto y a lo mejor, hubo buenas intenciones del señor ministro, pero su poderío mental no llegará a trastocar las mentes endiosadas de ésta nación.
Practicamos tantas actividades, radicas en dichos populares, que no dejamos tiempo para observar el futuro y nos encasillamos en esas verdades fijadas a través del tiempo y que han dado el resultado que observamos.
Si un controlador extranjero mantiene la potestad sobre una entidad financiera y exprime a voluntad cualquier parte de la cadena de valor; encaramándose por sobre sus competidores y ostentando eficiencia y liderazgo. Sus otrora conquistados lo emularán para decirse a sí mismos provenientes de esas castas y no pertenecientes al “perraje” “carne de cañón” y/o soldado.
En las líneas que frecuento solo cabe mantenerse al pié del cañón, sufrir por el descalabro financiero, contener las rabias y “agachar al moño”, además de observar como la idiosincrasia nacional no deja surgir porque su bienestar –además del familiar- está primero y que los demás frieguen.
No superaremos nunca a nadie si mantenemos esa actitud, la cual pugnan por indicar quien es el que ha de manda-r y quien es el que debe obedece-r, en términos de retribución a la labor.
Atte.
Fijate
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