Cristo-Ball, no se nos aleje.
En estos momentos le escribo escuchando música electrónica (Moonpark, B.A. Argentina. Sasha y Hernan Cataneo) y pienso como podríamos despegar todos y hacer collera con todos los de éste planeta, alguna vez. En todo caso no puedo hacer comentarios gravitantes del señor Bravo dado que, al parecer, domina una región vasta de la cual yo solo tengo ignorancias.
Al tratar de escribir e indicar que algunos no han viajado mucho, no me refería al contexto macro si no, al poder de realizar sendos viajes hacia una dinámica cuántica de nuestra R.M. y observar cuan grande es la diversidad y potente son las brechas.
Yo no manejo, siquiera una indicación de alguno de los eruditos de la antigua Grecia; no obstante, logré observar un escrito en donde la primera universidad, desembocaba todas sus fuerzas en los menos afortunados griegos. Debiendo indicar que ello no es posible en una sociedad que apostó al modelo neoliberal y le soltó las amarras al MERCADO.
Mi posición se la he dejado en observancia a independencia de mis inclinaciones mercantiles para el “mercaespacio”. Yo también quiero dejar indeleble mi existencia y procurar el mejor devenir para mi hijo Nicolás, pero no puedo dejar de pensar en que la corrección debe aflorar de todos los ámbitos y no solamente del administrador de turno.
La exacerbación de las masas ha quedado en el pasado. El enjuiciamiento artero y sofista tiene sus días contados y el atropello al posicionamiento espero que se diluya, si es que ésta (la posición) ha provenido de la buena fe.
Algún día nos desplazaremos en el tiempo y en el espacio para observar y evidenciar que mientras las trifulcas estén vivas, la involución tenga patente y no masifiquemos el avance para lograr domar y ponerle de nuevo las amarras al Merchandising, mantendremos esa exquisita y embriagadora brecha que nos separa y alienta a las palabras con varias atmósferas.
Un placer
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