Hoy, entre la tierra la cuneta y Américo Vespucio.
“Entre la Bachelet y Bam Bam, nos cag…” “Pobrecita la Marlen, menos mal que volvió” Parando la oreja como cual fisgón del sonido, yo me ponía al tanto de lo que circunda por el torrente del pueblo. Los que están con sus vidas vacía y llenas a la vez –de un sinnúmero de complicaciones- complementan sus carencias y estructuran sus descargos, con las efigies que están soportando el mundo de lo mediático.
La señor Olivarí está casada con un mentor de los negocios mediáticos y no dudaría en suponer que existe una jugada, estratégica, por volver a estar latentes y sonantes para que los MCM los tomen y utilicen como relleno familiar del vulgo.
Pero mi ex vecino comunal, él cual se ha visto surgir de entre las polvorientas y electro magnetizadas calles de Villa México no puede caer en ese juego. No por todas las “lucas” que se le puedan ofrecer, aunque le indiquen que está haciendo un bien social, comparable al de ser representante de la UNICEF. Cuando se observa que todos los del código de Bush-ido se alejan, es porque de entre la sombras se fraguó la exposición.
Yo tengo una afinidad muy portentosa con el que está por debajo de mi escala –bien abajo están esos seres-. Le hago patente a mi Creador por la fortuna que me ha tocado y le indico que si es que me va a otorgar más, por favor no se olvide de esos que veo sin cesar; sin embargo, no se me olvida indicarle que no me ponga de representante de sus prerrogativas, ni promotor de un modelo nuevo para ellos.
Claro está que en sus mentes no cabrá más que lo evidenciado y los opositores tendrán una “gigantografía” de mí, si es que acepto llevar el estandarte, para entrenar su puntería.
Bam Bam, hace harto rato debería haberte pegado el “alcachofazo”: Reemplaza a tu asesor de comunicaciones y medios, es un infiltrado y alguien le está pagando más. Dueñas está ocupado con su señora y el culebrón.
Fijate.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario