Por párrafo (1)
Hace poco se hizo popular un libro…
Con el correr del tiempo las ataduras se van desvaneciendo. Ahora somos testigos que el tiempo se ha acelerado y las denuncias sobre los fraudes no se hacen esperar. Claro está que los que están en el Gobierno de turno, han de esperar los mayores embates que estás cruzadas están dispuestas a propinar.
No obstante, me salta el hecho de los escalamientos que no están expuestos, sino impuestos. Por medio de la ignorancia hacen abusos, inmensurables, hacia toda la población que está bajo su comando. Obtienen, por medio de su acento, una investidura que, en mi Chile querido, es muy difícil de rebatir y cuestionar. Inclusive, hacen gala de su poder de alocución y verborrea consecuente.
El caso de las espinacas mantuvo a ésta nación la borde del colapso. Las estructuras impuestas, refugiadas en sus escudos de trascendencia nacional e importancia socio cultural, casi fueron desmanteladas ante la mirada atónita de los que frecuentan la caja emisora de imágenes tele-visadas.
Espero que las trifulcas comiencen a amainar y los heraldos, de uno y otro bando, tengan la claridad que las historias en la politosfera tiene el matiz de la amplia ambiguadead. Sin embargo, no me extrañaría que los verdaderos seres titulados de ésta nación, los cuales lograron exponer una tesis y validaron un cono-cimiento, ya saben que esta es tierra de iguales.
Quien logra ver la paja en el ojo lejano, es por que tiene la veta muy encima de su mirada.
¡Hey!… Me salió sin querer queriendo.
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